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La salsa para pasta es deliciosa y desprende un aroma increíble al cocinar. Sin embargo, puedes olvidarte de él en la estufa, en cuyo caso terminará ardiendo. Ese sabor a quemado afecta toda la receta, y no importa cuánto tiempo hayas salivado, simplemente elimina el sabor perfecto de los tomates. Afortunadamente, existen algunas formas de resolver este problema.
Paso 1
Tan pronto como note el olor a quemado, vierta rápidamente la salsa en una sartén limpia. Ponlo en la estufa y baja el fuego. Si es el momento de servir, déjelo apagado. Esto ciertamente reducirá el sabor a quemado.
Paso 2
Agrega más condimentos. Un diente de ajo machacado o incluso un poco de condimento italiano ayudarán a enmascarar el sabor ardiente.
Paso 3
Incorpora 1 cucharadita de mantequilla de maní a la salsa y prueba. Algunas personas encuentran este método infalible para guardar salsas, sopas y otras recetas con un sabor ardiente. Pruébelo, porque nunca se sabe.