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Los ingredientes que componen los esmaltes y quitaesmaltes suelen ser tóxicos para los perros. Los vapores gaseosos de los dos productos son particularmente fuertes para el sentido del olfato sensible de los perros. Se recomienda no utilizar esmaltes diseñados para humanos en perros, ya que los animales pueden tragar fácilmente los productos mientras se lamen o muerden las patas. Los esmaltes y removedores hechos especialmente para perros están disponibles en las tiendas de mascotas. Si se utilizan esmaltes o removedores humanos en perros, se debe tener mucho cuidado para que los productos químicos no dañen al animal.
Paso 1
Coloque una pequeña cantidad de quitaesmalte en una bola de algodón.
Paso 2
Mantenga la cabeza y el hocico del perro lo más lejos posible de su pata, use algodón para quitar el esmalte.
Paso 3
Lave la pata inmediatamente con champú para perros y agua, antes de quitar el esmalte de la otra pata.
Paso 4
Si el esmalte está en la piel o el pelo del perro, use algodón con la menor cantidad posible de removedor para quitar el esmalte. Evite apretar la bola de algodón para no impregnar el pelo del animal con un removedor, permitiendo que la piel se vea afectada. Lave inmediatamente el área donde se utilizó el removedor.