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Las cáscaras de sandía se pueden usar para hacer jugo para obtener ricos suministros de nutrientes y vitaminas presentes en la fruta. La parte verde claro entre la pulpa rosa-roja y la piel verde oscuro de la sandía se conoce como piel blanca. La textura fibrosa de la cáscara de la sandía puede dificultar que algunas personas la consuman cruda. La preparación del jugo separa la mayor parte del líquido nutritivo de la cáscara densa y se puede disfrutar puro o con el jugo de la pulpa de la fruta.
Haciendo el jugo
Paso 1
Retire cualquier adhesivo de la piel exterior de la sandía. Lávese bien con agua corriente fría.
Paso 2
Corta la sandía por la mitad a lo largo. Coloque las mitades en la tabla de cortar con el lado plano hacia abajo.
Paso 3
Divida cada mitad transversalmente en rodajas finas. Retire la piel exterior de cada rebanada con un pelador de verduras. Es posible que se requieran dos pasadas con el pelador para alcanzar la superficie interna de la piel de color claro.
Paso 4
Retire la pulpa de cada rodaja de sandía, si no tiene la intención de incluir el jugo de esta parte. Corte el resto de la carcasa en tiras lo suficientemente estrechas como para que quepan dentro del conducto de alimentación del procesador. No es necesario quitar las semillas de la pulpa de la sandía si desea utilizarlas.
Paso 5
Coloque el procesador de frutas sobre una superficie plana y estable, como un mostrador o una mesa, al alcance de una toma de corriente. Enciéndalo y retire el émbolo del recipiente.
Paso 6
Coloque una taza o un tazón debajo del pico del procesador y enciéndalo.
Paso 7
Vierta las rodajas en el conducto de alimentación del procesador. Vuelva a colocar el émbolo en el conducto y aplique suavemente presión hacia abajo. Continuar hasta extraer el jugo de todos los trozos cortados.
Paso 8
Apague el procesador y desenchúfelo, desmóntelo según las instrucciones del fabricante para limpiar las piezas con detergente y una esponja no abrasiva.