Contenido
- Tratamiento fisico
- Adjunto instantáneo
- Comportamiento manipulador
- Temperamento
- Adelanto de la carrera
- Comunicación
Las relaciones pueden estar plagadas de idiosincrasias, falta de educación y comunicación. Cualquiera puede causar confusión y perturbar la paz. Cuando una mujer actúa en contra de la sumisión y el compromiso, la relación puede deteriorarse, lo que le permite tomar el control. Las mujeres dominantes pueden tomar el control de un grupo de amigas si se dan cuenta de que parecen indefensas o no confrontativas. Un cónyuge o amigo puede reconocer los síntomas de una mujer dominante si prestan atención a algunos signos sutiles y obvios.
Tratamiento fisico
Las mujeres con una naturaleza dominante o controladora tienden a usar la fuerza física en respuesta a la frustración, al igual que un hombre. El motivo de estas demostraciones puede provenir de una discusión, la pérdida de un simple juego de cartas, un insulto o cualquier otro motivo. Una mujer dominante abofeteará, pateará, golpeará o arañará cuando alcance su nivel de frustración. Los golpes no serán por diversión, sino para causar dolor. La violencia física suele denotar la última y definitiva fase de dominación.
Adjunto instantáneo
Una mujer dominante tomará el control de una relación desde el principio, a menudo dictando las reglas de las citas, las citas e incluso las relaciones sexuales. Si siente que un hombre es débil en el compromiso emocional, va al extremo y fuerza los sentimientos de amor, fomentando un compromiso más rápido y profundo. Tendrá mucho menos tiempo para cultivar una relación o dejarla crecer poco a poco y será la primera en mencionar el compromiso y el matrimonio, convirtiendo a su pareja en un apego instantáneo a ella.
Comportamiento manipulador
Una mujer dominante puede ser muy manipuladora al utilizar a su pareja y a otras personas como medio de beneficio personal. A menudo, no reconoce los derechos humanos básicos de los demás y puede utilizar a quienes la rodean como peones. Ella piensa que este tipo de comportamiento es permisible e incluso justifica que es su derecho. Las mujeres dominantes suelen humillar a los demás, especialmente a otras mujeres, como una forma de elevar su propio estatus.
Temperamento
Una mujer dominante suele ser la primera en experimentar una rabieta, ya sea porque necesita defender su posición y puntos de vista personales o porque ha perdido una discusión. Puede sentirse subestimada por la menor de las transgresiones, ya sea porque la hamburguesa está llena de cebollas o porque alguien llegó tarde a recogerla para una cita. Las rabietas pueden incluir conducir peligrosamente para asustar al acompañante, levantar la voz por encima del otro, gritar, enrojecer, arrojar objetos por la habitación, chillar y escupir.
Adelanto de la carrera
No es sorprendente que las mujeres dominantes a menudo tengan un intelecto muy fuerte y probablemente tengan una educación superior de universidades de renombre. Es común que tengan varios diplomas y certificados, así como mucha notoriedad en los campos en los que trabajan. Se esfuerzan abiertamente por ganar bonificaciones, aumentos, promociones y avances a puestos de autoridad y buscarán el puesto que tenga la mayor parte del poder para dictar y manipular el negocio a su gusto.
Comunicación
La comunicación con una mujer dominante será fuertemente unilateral. Es posible que un cónyuge, amigo o pareja no pueda decir una palabra mientras ella controla el asunto. A menudo será la oradora más comprometida y franca en un debate grupal o cara a cara. Su deseo de sobresalir la convierte en discutidora e incluso sarcástica, si la conversación toma un rumbo diferente al que había planeado.