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Los tiradores de cocina suelen estar recubiertos de bronce, cromo o níquel. Afortunadamente, mantenerlos limpios suele ser fácil. Sin embargo, si están manchados o descoloridos, cada tipo de material necesitará un producto de limpieza diferente. Para evitar sorpresas desagradables, asegúrese de probar los productos en un lugar discreto, como la parte posterior del mango, o en una zona menos visible.
Limpieza general
Para limpiar cualquier tipo de mango de baño, primero use agua tibia con jabón y un paño. Gire el paño y limpie la superficie. También puede humedecer las manijas de las puertas con agua tibia y jabón y usar un cepillo suave para limpiarlas suavemente. Secar con un paño. Luego, tome otro paño de microfibra limpio, si es posible, y pula la superficie.
¿Bronce, cromo o níquel?
Antes de elegir una solución de limpieza casera, deberá determinar el material de la manija de su puerta. El bronce es obviamente marrón dorado. Deberá verificar para asegurarse de que el mango sea de bronce sólido o solo esté recubierto con el material, ya que esto marcará la diferencia en el método de limpieza. El revestimiento de bronce es magnético, así que coloque un imán para ver si se pega. El cromo es brillante como el acero inoxidable. El níquel es similar al cromo, pero menos brillante. Consulte con el fabricante o lleve la pieza a una ferretería si tiene alguna pregunta.
¿Sigue sucio?
Si las manijas de las puertas chapadas en bronce todavía parecen estar sucias, es posible que estén oxidadas, no manchas. No use salsa de tomate como lo haría con las manijas de las puertas de bronce macizo. La única forma de limpiarlos en este punto es frotar suavemente una lana de acero muy fina sobre ellos. Desafortunadamente, es posible que deba recubrir la pieza nuevamente.
Si las manijas de las puertas cromadas aún están sucias, puede usar varias soluciones caseras para limpiarlas. Vierta vinagre blanco sobre los mangos y enjuáguelos con un paño húmedo limpio. También puede usar aceite de bebé para eliminar las manchas rebeldes y, si todo lo demás falla, frótelas con papel de aluminio.
Si las manijas de las puertas niqueladas aún están sucias, es necesario repetir el proceso con agua y jabón o usar un limpiador de níquel comercial. Algunos recomiendan el vinagre diluido, pero la sobreexposición al vinagre puede eliminar el acabado de níquel. Por lo tanto, utilícelo con cuidado si decide usarlo de todos modos.