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La hinchazón de la pantorrilla es la hinchazón del área entre la rodilla y el tobillo. Es importante saber si su pantorrilla está hinchada o no, ya que esto podría significar que tiene un hueso roto, un músculo adolorido o alguna otra condición que puede requerir atención médica. Para saber qué decirle al médico sobre la hinchazón en la pantorrilla, observe bien sus síntomas.
El área se vuelve más grande
Si el área de la pierna entre la rodilla y el tobillo se agranda, esto es un síntoma de hinchazón de la pantorrilla. Si compara su becerro malo con el otro, encontrará que el que le está molestando es más grande que el otro. Puede parecer más gordo, más ancho o más redondo. Cuando la pantorrilla esté visiblemente hinchada, puedes tocarla y se sentirá menos firme que la que no está hinchada.
Dolor y ternura
El dolor y la sensibilidad son un síntoma de hinchazón de la pantorrilla, incluso si no puede ver que su pantorrilla está realmente hinchada. La hinchazón puede ser tan pequeña que es posible que no la note, o puede estar en un lugar difícil de ver. Si le duele la pantorrilla al tacto y se siente suave al presionar la piel, probablemente tenga algo de hinchazón debajo de la superficie. Con la hinchazón de la pantorrilla, es posible que aún pueda caminar bien. El dolor que experimentará puede ser cuando lo toque o lo toque profundamente.
Descoloramiento
Cuando su pantorrilla se hincha, la sangre y los líquidos se acumularán allí. Por lo tanto, un síntoma de la pantorrilla hinchada es la decoloración. Si es de un color diferente al del resto de su piel, hay algo de hinchazón, aunque justo debajo de la superficie. Los colores rojos o magullados indican daño tisular, mientras que los colores amarillo o blanco indican retención de agua.