Contenido
El propano es un gas muy versátil que se utiliza para calefacción, fuego de estufas e incluso combustible para automóviles. Sin embargo, la intoxicación por propano es un riesgo grave para la salud. Si se inhala, el gas puede causar una variedad de síntomas inmediatos y daños a largo plazo. Si se usa este gas, conocer los síntomas de la inhalación puede alertarlo de una fuga.
Propano
El propano es un gas que se carga como líquido o vapor en cilindros sellados. Es el más común de los gases derivados del petróleo y representa el 4% del consumo de energía de los Estados Unidos. Cuando se usa, el propano se libera en forma de vapor y luego se quema como combustible para una variedad de usos. Dado que en sí mismo es inodoro, se ha agregado un olor artificial al propano para alertar a las personas de una fuga.
Síntomas de intoxicación
Inhalar propano es extremadamente peligroso. Cuando esto ocurre, los síntomas pueden variar ampliamente. Así que esté alerta si está cerca de este gas. Los síntomas inmediatos pueden incluir mareos, tos, náuseas, vómitos, irritación de la piel, fiebre, nerviosismo, latidos cardíacos irregulares, dolor o entumecimiento en las extremidades y debilidad.
Primeros auxilios
Si alguien experimenta estos síntomas de intoxicación por propano, busque ayuda médica de inmediato. En caso de inhalación, traslade a la persona a un lugar aireado inmediatamente y observe si los síntomas mejoran. Si no hay una mejora rápida, llame al 911. Si el propano entra en contacto con los ojos o la piel, lávelos bien con agua durante 15 minutos o más. Si ingiere propano, beba inmediatamente agua o leche, a menos que experimente síntomas como vómitos, convulsiones o cualquier cosa que pueda dificultar la deglución. No induzca el vómito a menos que un profesional de la salud o el centro de control de intoxicaciones indique que puede hacerlo.
Tratamiento
El tratamiento varía según la gravedad de la exposición al propano y la rapidez con la que la víctima recibe ayuda médica. Las intoxicaciones minoritarias causarán síntomas más leves, como dolores de cabeza. Sin embargo, la exposición prolongada a este gas puede provocar coma, accidente cerebrovascular o la muerte. En el hospital, se analizarán los signos vitales de la persona y se le podrá administrar oxígeno. Los análisis de sangre revelarán con más precisión qué tan grave fue el envenenamiento.