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Los anticoagulantes del lupus son anticuerpos anormales que atacan las sustancias celulares, evitando que la sangre se coagule. Por lo tanto, las personas que tienen estos anticuerpos pueden tener un alto riesgo de coágulos de sangre. La función de los anticuerpos es atacar células extrañas, como bacterias o virus, pero los anticoagulantes lúpicos atacan a las células normales y los síntomas varían desde inexistentes hasta potencialmente mortales.
Ocurrencia primaria
Solo alrededor del 2 al 4 por ciento de las personas tienen estos anticuerpos. La mayoría de las personas con anticoagulantes lúpicos padecen enfermedades autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico.
Ocurrencia adicional
Los anticoagulantes del lupus también pueden ocurrir en personas con enfermedad inflamatoria intestinal, virus de inmunodeficiencia, tumores o infecciones y pueden aparecer en personas que toman ciertos tipos de medicamentos.
Síntomas comunes
Es posible que no haya síntomas o que las personas experimenten hemorragias nasales, encías sangrantes, hematomas, enrojecimiento o sarpullido.
Síntomas adicionales
Otros síntomas asociados con los anticoagulantes del lupus incluyen sangre en la orina, irregularidades menstruales o varios abortos espontáneos.
Síntomas peligrosos
También pueden presentarse síntomas potencialmente mortales, como la formación de coágulos de sangre en las piernas o los pulmones, que provocan accidentes cerebrovasculares.