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El orégano es una hierba sabrosa que se utiliza en una variedad de recetas, particularmente en la cocina italiana. Plantar orégano en su jardín es muy fácil y es probable que tenga una gran cantidad de plantas después de la temporada de crecimiento. No tire la hierba sobrante. En su lugar, seque las hojas y guárdelas para usarlas cuando haga demasiado frío para plantar nuevas plántulas. El orégano conservará su sabor incluso después de que esté seco.
Secar en el horno
Paso 1
Lava bien el orégano en agua fría. Seca la rama completamente con toallas de papel. Quite las hojas descoloridas o marchitas.
Paso 2
Precalienta el horno a la temperatura más baja. Quita las hojas del tallo. Picar el orégano en trozos de 6 mm con el cuchillo. Coloque las piezas en una bandeja para hornear galletas forrada con papel pergamino.
Paso 3
Deje la bandeja para hornear en la parrilla superior del horno durante aproximadamente dos o cuatro horas. Revise las hojas periódicamente, ya que la temperatura, la humedad y el clima del horno varían de un lugar a otro. Cuando se deshagan fácilmente en tus dedos, es hora de sacarlos del horno.
Paso 4
Guarde las hojas secas en un recipiente hermético en un lugar seco y oscuro.
Secado natural
Paso 1
Lava bien el orégano en agua fría. Seque las hojas completamente con la toalla de papel. Quite las hojas descoloridas o marchitas.
Paso 2
Reúna unas ocho ramas de orégano en una rama suelta. Ata un trozo de cuerda alrededor de las varillas para asegurarlas.
Paso 3
Cuelgue los paquetes boca abajo en un lugar seco y oscuro. Déjelos allí durante unas dos semanas.
Paso 4
Revisa las ramas de vez en cuando. Cuando las hojas se deshacen fácilmente, significa que están secas.
Paso 5
Coloque las ramas en un trozo de papel pergamino. Usa tus dedos para despegar las hojas de los tallos. Guarde las hojas secas en un recipiente hermético en un lugar seco y oscuro.