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Los jabones caseros a base de grasas vegetales se elaboran exactamente igual que los demás, salvo que no se utiliza grasa animal. Las grasas vegetales son absorbidas más fácilmente por la piel y no obstruyen los poros como lo hacen algunas grasas animales, provocando un empeoramiento de enfermedades de la piel como el eccema. Los veganos, las personas que no comen y no utilizan ningún producto animal procesado, son los mejores clientes de estos jabones.
Paso 1
Pesar 900 g de grasa vegetal, 840 ml de aceite de coco y 720 ml de aceite de oliva en una balanza de cocina. Agréguelos en una sartén de acero inoxidable y cocine a fuego medio para derretirlos. Retire la sartén del fuego y deje enfriar.
Paso 2
Póngase gafas, guantes y mascarilla antipolvo. Coloque un vaso de papel en la balanza y llénelo con 360 g de sosa cáustica. Pon agua en la cacerola y agrega el refresco lentamente mientras revuelves. La mezcla de refresco se calentará rápidamente, pero sigue revolviéndola hasta que todo el refresco esté completamente mezclado en el agua.
Paso 3
Deje que la mezcla de refresco se enfríe a 30 ° C, lo que llevará unos 20 minutos. Verifique la temperatura de los aceites derretidos, ya que también deben rondar los 25 ° C a 30 ° C. Vierta la mezcla de refresco en la mezcla de aceite fría.
Paso 4
Batir con una batidora hasta que la mezcla parezca un pudín y las huellas de la cuchilla de la batidora estén en la parte superior en lugar de hundirse nuevamente en ella.
Paso 5
Vierta la mezcla en el molde de jabón y déjela reposar durante al menos 24 horas.
Paso 6
Retire el jabón del molde y déjelo curar durante ocho semanas.