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Las granadas son frutas versátiles que se utilizan en una variedad de jugos, jaleas y salsas. Esta jugosa fruta también es una opción para comerla pura o para condimentar postre o vino. Si quieres elegir granadas, saber qué buscar es fundamental. Evite elegir uno que sea demasiado pequeño o demasiado maduro, observando con atención.
Paso 1
Evalúe el color y el estado de la concha. Las granadas maduras van del rosa oscuro al rojo intenso y tienen una piel brillante, sin grietas ni manchas. Los que no están maduros tienen la piel más clara e incluso pueden verse verdes o amarillos. Las granadas muy maduras tienen cáscaras más oscuras y, a menudo, contienen grietas y manchas.
Paso 2
Compruebe el tamaño y el peso. Tenga en cuenta que las granadas maduras suelen ser del tamaño de pelotas de béisbol, mientras que las inmaduras son más pequeñas. Coloque una granada de condición desconocida en su brazo extendido y con la palma abierta. Apriete la fruta suavemente mientras levanta y baja el brazo dos o tres veces para evaluar el peso. Repite este proceso con una granada verde para comparar. Las frutas maduras son más pesadas porque contienen más jugo y semillas más grandes.
Paso 3
Escuche el sonido que hace la granada al golpear. Sosténgalo con una mano y golpee el caparazón dos o tres veces con el dedo índice. Los maduros producen un ruido "metálico", debido a la gran cantidad de jugo dentro de la fruta. Las granadas verdes hacen un sonido hueco, mientras que las demasiado maduras producen ruidos suaves y pueden marcarse al golpearlas.