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Las plantas de la familia del agave son del tipo "suculentas" (retienen mucha agua). La "planta centenaria" (también llamada agave americano) es la más común y reconocida en esta familia, pero existen muchas otras variedades, con una gama de diferentes colores, formas y tamaños. Puede tener o no espinas en sus hojas. Cada tipo tiene un aspecto interesante y, por lo tanto, es una excelente opción como elemento destacado para macetas o jardines. Tenga en cuenta que las espinas pueden dañar a las personas y las mascotas, y que la savia de agave provoca reacciones alérgicas.
Trasplante
Paso 1
Trasplante el agave quitando sus bulbillos, pequeñas plantas que crecen del tallo principal. Las plantas "suculentas" echan raíces cuando entran en contacto con la tierra, así que plántalas directamente en el suelo.
Paso 2
Retire las plántulas de la planta principal para controlar el crecimiento. Estos se pueden plantar por separado en otras macetas para crecer.
Paso 3
Retirar de la tierra y se pueden dañar las raíces. Déjelos curar al aire libre durante uno o dos días si lo desea, o vuelva a plantarlos inmediatamente en una nueva área.
Paso 4
Resista las tentaciones de podar las copas de las plantas. Esto provoca un gran estrés durante el trasplante. La Cooperativa de Extensión de Arizona recomienda que las plantas de agave nunca se poden, ya que esto proporciona puntos de entrada para organismos dañinos para las plantas.
Consideraciones
Paso 1
Transplante a fines de la primavera, de septiembre a noviembre, en áreas con clima seco para aumentar las posibilidades de éxito.
Paso 2
Alinee las plantas de modo que el lado que miraba al sol continúe mirando en la dirección de mayor luz y calor. Cree un ambiente menos agresivo en los primeros días después del trasplante, proporcionando sombra al agave.
Paso 3
Plante agaves solos o con otras plantas que compartan la misma necesidad de agua, nutrientes y luz. Muchas plantas juntas pueden ser dañinas para el agave si una crece de manera demasiado agresiva.
Paso 4
Use una mezcla para plantar cactus, una mezcla de grava o suelo arenoso para trasplantar. Use moderación cuando use materia orgánica (incluya solo una pequeña cantidad). Las plantas de agave toleran suelos arcillosos, ácidos y alcalinos.
Paso 5
Riegue poco durante el invierno, remojando la tierra y permitiendo que el exceso de agua drene. Deje que la tierra se seque entre riegos. Según los Servicios de Extensión de la Universidad de Minnesota, esto evitará que las plantas se marchiten o crezcan de manera desigual debido al riego superficial.
Paso 6
Utilice un fertilizante con mayor proporción de fósforo que nitrógeno. Fertilice las plantas de 3 a 4 veces al año, cuando están más expuestas a la luz. No fertilice los que acaban de ser trasplantados. Tenga cuidado con las plantas que ya están estables: mejor dar pocos nutrientes que exagerar.
Paso 7
Espere al menos un año antes de renunciar a las plantas trasplantadas. Tardan muchos meses en adaptarse a las nuevas condiciones y recuperarse del estrés de haber sido reubicados. Algunas mueren poco después de la floración, pero renuevan su crecimiento a través de los cogollos.
