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Cuando una bolsa de pan o un recipiente de plástico se coloca accidentalmente sobre una estufa caliente, el plástico se derrite. Si no se quita mientras aún está blando, el plástico se endurecerá en la estufa, dejando una suciedad que permanecerá hasta que se retire manualmente. Incluso después de haberlo eliminado, puede aparecer una decoloración permanente. Con las herramientas adecuadas y una acción rápida, el plástico quemado se puede quitar evitando una mancha permanente.
Paso 1
Apaga la estufa. Retire el plástico que se ha derretido en la estufa. No intente quitar el plástico quemado todavía.
Paso 2
Llena una bolsa de plástico con varios cubitos de hielo. Colóquelo sobre el plástico quemado durante varios minutos hasta que se vuelva duro y quebradizo.
Paso 3
Raspe el plástico quemado con cuidado con un dispositivo de afeitar que tenga una hoja de afeitar adjunta. Al hacer esto, aplique una presión suave y ligera para evitar dañar la superficie de la estufa.
Paso 4
Repite el proceso, si es necesario, y sigue raspando el plástico quemado hasta sacar todo.
Paso 5
Humedece una esponja limpia con agua fría. Coloque bicarbonato de sodio sobre él y frote suavemente la estufa.
Paso 6
Limpiar el residuo de bicarbonato con toallas de papel húmedas y secar con un paño sin pelusa.