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El argón es un gas o líquido refrigerado inodoro, incoloro, no tóxico y no inflamable. Aunque no es tóxico ni inflamable, puede resultar peligroso. Es dañino si se inhala, y el argón líquido refrigerado puede dañar los tejidos si entra en contacto con la piel.
Almacenamiento
Almacene el argón en un cilindro aprobado de acero inoxidable, cobre, níquel, latón, bronce, silicio, Monel, Iconel o berilio. Los cilindros de acero al carbono o de baja aleación no son adecuados para el almacenamiento de argón. Mantenga los cilindros en un lugar fresco, seco y bien ventilado. Guárdelos en posición vertical y asegúrese de que nunca estén a más de aproximadamente 51 grados Celsius.
Transporte
Transporte el argón únicamente en cilindros de gas aprobados. Mantenga todos los cilindros que contienen argón en posición vertical durante el transporte; No hacerlo podría resultar en una peligrosa liberación repentina de presión. Nunca haga rodar ni arrastre los cilindros. No los transporte en un espacio cerrado, incluido un camión o furgoneta cerrados.
Equipo de proteccion
El contacto con argón líquido puede hacer que el tejido se congele. Protéjase del contacto usando guantes aislantes sueltos, zapatos de seguridad repelentes de químicos y gafas de seguridad. Debe haber una ducha de seguridad disponible en caso de emergencia.
Sistema respiratorio
El argón es un asfixiante simple. Si lo inhala, sufrirá privación de oxígeno, lo que puede provocar un deterioro de la coordinación muscular, disminución del estado de alerta mental y fatiga. La exposición continua puede provocar la muerte por asfixia. Cuando se trabaja con argón, siempre se debe colocar una máscara de gas o un aparato de respiración autónomo cerca en caso de una emergencia.
Ventilación
Cualquier área en la que trabaje con argón debe estar bien ventilada. Los sistemas de flujo de aire deben evitar que el argón reduzca la concentración de oxígeno en el aire a menos del 19,5 por ciento.