Contenido
Las plantas del género Schefflera requieren poco mantenimiento, siendo preferidas entre plantas de interiores. La planta puede sobrevivir bien con luz intensa e indirecta. Los riegos sólo se llevan a cabo cuando el suelo está seco. Las podas no hieren la schefflera. Los cortes producidos a partir de la poda son fácilmente propagados para la creación de nuevos especímenes de esta planta.
La estaquia es un método común de propagación de plantas (Stockbyte / Stockbyte / Getty Images)
Elegir las estacas
El tallo de la schefflera posee de tres a cinco hojas en la parte superior, siendo responsable de la propagación. Los cortes deben medir entre 15 y 20 centímetros, siendo producidos a partir de una planta sana y libre de enfermedades. Utilice las tijeras de o un estilete para hacer cortes precisos al quitar estacas. Una hormona de enraizamiento aumenta las posibilidades de éxito al crear propensos causares de Schefflera.
Preparando las estacas
La hormona de enraizamiento se comercializa en forma de polvo así como en la forma líquida, siendo vendido en la mayoría de los centros de jardinería. Una pequeña cantidad es suficiente para varios cortes, y el mejor método de utilización es la deposición de esta cantidad en un plato separado antes de aplicarlo a los cortes. Esto evita la contaminación por posibles patógenos (presentes en las estacas) del recipiente donde se almacena la hormona de enraizamiento, manteniéndolo viable por un largo tiempo.
Un pequeño vaso, un buen sustrato y una bolsa plástica transparente constituyen las herramientas necesarias para la estructuración de un pequeño invernadero donde cultivar las mudas. Rellenar el vaso con el sustrato y hacer un agujero en el centro para albergar la muda. La creación del agujero en lugar de la inserción de la estaca permite a la hormona mantenerse en el tallo en lugar de perderse en el suelo. Regure el sustrato para que quede húmedo, pero evite encharcarlo.
Configuración del invernadero
Sumergir las estacas en la hormona y chacoalhe para quitar el exceso. Coloque la estaca en el agujero del vaso y firme el suelo alrededor de la planta para quitar bolsas de aire, que pueden albergar bacterias nocivas a las mudas frágiles.
Cubra el vaso con la bolsa de plástico y sujeta al vaso con un cordón o elástico. Un elástico también debe ser atrapado en la boca del vaso para que la humedad se mantenga alrededor de la planta y no del vaso. Coloque los vasos en un lugar que reciba luz solar indirecta pero abundante. Dependiendo de la variedad, las raíces pueden formarse a partir de dos semanas. Algunos cultivares demoran más. No retire la bolsa de plástico o añada agua hasta que la planta haya formado sus raíces.
Tirar la planta suavemente es lo necesario para que se determine si el enraizamiento ocurrió con éxito: la resistencia indica la presencia de raíces. La bolsa se puede quitar. Después de la remoción de la misma, la nueva planta puede ser transportada a su lugar designado y mantenido normalmente.