Contenido
Según el departamento de psicología de la Universidad de Vanderbilt, la humanidad ha utilizado los imanes durante siglos para resolver varios problemas. La mayoría de ellos se centran en el cuerpo humano. Por ejemplo, los antiguos griegos y egipcios usaban imanes hace 3000 años para curar a los enfermos, según el departamento de ingeniería nuclear de la Universidad de California en Berkeley. Hoy en día, muchas personas se someten a terapia magnética, en la que el cuerpo se medica con cantidades concentradas de magnetismo.
Partículas cargadas
Según David Schlundt, del departamento de psicología de la Universidad de Vanderbilt, el cuerpo humano contiene millones de partículas, como el hierro, que pueden cargarse eléctricamente. El departamento explica que cuando se coloca un imán en el cuerpo, las partículas cargadas de hierro en la sangre y otros tejidos celulares son atraídas hacia él. Podría decirse que el resultado de este proceso puede aumentar el flujo sanguíneo, calentarlo y aumentar la tasa de oxidación y saturación de nutrientes en el tejido corporal. Como resultado de este tratamiento, la persona puede sentirse con más energía, despierta o físicamente mejor.
El alivio del estrés
El estrés muscular y emocional también parece aliviarse con la magnetoterapia. David Schlundt explica que el cuerpo humano emite señales eléctricas para informar al cuerpo y al cerebro sobre el dolor. Este dolor puede ser físico, como el causado por la artritis, o emocional, como la depresión. Podría decirse que la terapia magnética, utilizada por el cuerpo, puede detener estas señales de dolor. Con eso, se alivia la incomodidad del dolor físico. Además, las sustancias químicas nerviosas que estabilizan la química del cerebro también pueden detenerse, lo que provoca un ligero cambio de humor.
Reducción y crecimiento de tejidos.
Un proyecto del departamento de biología del Oklahoma City Community College afirma que la investigación muestra un crecimiento o reducción de tejido significativo debido a la terapia magnética. Cita la investigación de 1997 del Instituto Madras de Magnetobiología en la India, que reveló que los imanes, que utilizan el lado negativo, cuando se aplican al cuerpo, reducen o aumentan el crecimiento de los tejidos. La reacción ocurre debido al aumento de la actividad del sistema inmunológico, posiblemente causado por la estimulación de los imanes. Con lesiones como fracturas de huesos, la polaridad negativa del imán ayudó a acelerar el proceso de curación. En condiciones como las úlceras, las redujo, debido a un aumento de la reacción inmune a la herida.
Escepticismo
El escepticismo está muy presente cuando se trata de los beneficios de los imanes en el cuerpo humano por muchas razones. Eric Dacanay, del departamento de ingeniería nuclear de la Universidad de California, Berkeley, sostiene que no se han realizado suficientes pruebas para demostrar que la terapia magnética funciona todo el tiempo. El uso de placebos con cinta no magnética reportó beneficios similares, probablemente porque las personas sintieron que el tratamiento estaba funcionando. Otras pruebas mostraron que no muchas personas informaron mejoras reales en el estado de ánimo o el dolor corporal después de la terapia. A pesar de esto, las técnicas de magnetoterapia y sus equipos, como grandes cintas magnéticas que se colocan alrededor de los brazos, piernas, pecho o cabeza, son parte de una industria de la salud multimillonaria.