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Los hámsteres pueden ser una primera mascota muy gratificante para un niño. Sus cuidados y enfermedades a lo largo del tiempo se parecen a los de los gatos domésticos y, a menudo, pueden tratarse de la misma forma. Sus cuerpos pequeños se ven afectados por parásitos, como lombrices intestinales, más fácilmente que los animales más grandes, y deben tratarse rápidamente para evitar daños mayores al animal.
Paso 1
Sostén al hámster, envolviendo su vientre entre el pulgar y el índice en un bucle firme, pero no apretado. No permita que el animal se mueva mientras lo examinan. Sostenga la lupa en su mano libre y sostenga el vidrio por la parte inferior del animal. Examine el recto y el área circundante, mirando a través de la lupa. Busque gusanos blancos, diminutos y ásperos.
Paso 2
Coloca al hámster en una caja de zapatos vacía, con la tapa abierta. No lo devuelva a la jaula ni permita que la tapa de la caja de zapatos permanezca cerrada con ella adentro; debe haber espacio para la entrada de aire. Examine la jaula con la lupa y busque más signos de gusanos. Revise la olla de agua, los papeles en el piso y la materia fecal en la jaula, en ese orden.
Paso 3
Compra un desparasitante para gatitos. Agrega 1 o 2 gotas al agua del animal. Permítale beber el agua. Repita el proceso una vez al día, revisándolo continuamente para asegurarse de que los gusanos estén erradicados. Devuélvalo a la jaula cuando esté limpio y todos los materiales desechables que contengan gusanos estén destruidos.