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La cebolla contiene tiosulfato, que es extremadamente tóxico para los perros. Si bien una pequeña cantidad en los alimentos no es dañina, es posible que se acumule en el torrente sanguíneo y cause anemia. Comer de 600 a 800 g de cebolla en poco tiempo también provoca anemia. Exponer al animal a 150 g por día, durante varios días, tiene un efecto acumulativo, provocando la misma enfermedad. Según la situación, existen varios métodos para tratar este tipo de intoxicación. Si el perro ingirió una pequeña cantidad, la toxina será expulsada naturalmente y serán necesarias acciones mínimas. Las instrucciones a continuación son para perros que han consumido una gran dosis.
Grandes dosis
Paso 1
Determina si el perro realmente ha comido una gran cantidad de cebolla. La evidencia incluye testimonio de consumo o comida restante. Los síntomas son: debilidad, vómitos y presencia de sangre en la orina, además de un interés reducido o nulo por la comida. No espere a que aparezcan los síntomas si se sospecha consumo.
Paso 2
Llame a su veterinario. No dejes al animal.
Paso 3
Si se le aconseja o si el perro aún no lo ha hecho, inducir el vómito. Si está indicado, dé una cucharada de peróxido de hidrógeno por vía oral por cada 4 kg de peso de su mascota. Si no dispone de peróxido, sustituya un vaso de agua por una cucharada de mostaza seca.
Paso 4
Para evitar accidentes, ubique la boca del cañón y póngaselo. El perro puede estar agitado o asustado debido a su nerviosismo o la situación en sí.
Paso 5
Lleve al animal al veterinario rápidamente, a menos que se lo indique por teléfono. Aunque la toxina se expulsa naturalmente del sistema, el perro puede necesitar una transfusión de sangre mientras tanto.
Pequeñas dosis
Paso 1
Determina si tu mascota ha consumido la cebolla. Si el diagnóstico es incorrecto, el remedio para porciones pequeñas es menos drástico y no lastimará al perro.
Paso 2
Comuníquese con su veterinario para recibir instrucciones.
Paso 3
Si se le aconseja, déle leche de magnesia. Si no es posible, déle leche de vaca. Esta no es una cura, pero disminuirá los efectos de la toxina.
Paso 4
En los próximos días, busque otros síntomas. Si se ha ingerido una pequeña porción, los síntomas no aparecerán ni desaparecerán cuando se excluya la cebolla de la dieta.
Paso 5
Lleve inmediatamente a su mascota al veterinario si aparecen síntomas como diarrea, letargo, sangre en la orina o vómitos.