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Un gran regalo para tus amigos que temen a los vampiros, una trenza de ajo es una forma eficiente de almacenar el ajo sin perder su sabor. También añade un toque de rusticidad a cualquier decoración de cocina.
Paso 1
Limpiar las cabezas de ajo.
Paso 2
Coloque las tres cabezas de ajo más grandes una al lado de la otra, con las hojas bien estiradas hacia arriba. El ajo del medio debe estar un poco más bajo que el ajo en los extremos, de modo que todos estén igualmente cerca de la trenza.
Paso 3
Mueve el tallo de ajo de la derecha sobre los demás.
Paso 4
Envuelva el tallo del ajo izquierdo debajo del tallo del medio.
Paso 5
Continúe trenzando los tallos hasta que quede espacio para colocar otra hilera de ajos encima de la primera.
Paso 6
Agrega más ajos, colocándolos encima de las tres cabezas originales y uniendo sus tallos con el de un primer ajo, para que puedas seguir trenzando.
Paso 7
Distribuya bien los tallos añadidos, manteniendo siempre una proporción equilibrada.
Paso 8
Ate los extremos de las varillas al final de la trenza con una cuerda. Dejar una abertura en la parte posterior y volver a atarla creará un lazo del que colgar la trenza.