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Una tirolesa consiste en una cuerda de nailon estirada entre dos puntos y se puede construir fácilmente en su propio patio trasero. Los puños unidos a una polea se deslizan a lo largo de la línea, lo que permite un viaje rápido y emocionante. Una tirolesa bien construida es como tener una montaña rusa en su patio trasero. Cuando construya el suyo, use el equipo correcto para que no haya riesgos de seguridad. Una vez que se haya construido una tirolesa segura, puede invitar a sus amigos a disfrutar del viaje.
Paso 1
Elija el lugar donde se construirá la tirolesa. Considere la seguridad del sitio al momento de decidir. El área por donde pasará la tirolina debe estar libre de rocas, arbustos y escombros. Fije firmemente los extremos del equipo a un árbol fuerte o un poste sólido que esté firmemente sujeto al suelo.
Paso 2
Mide la distancia entre los dos extremos con una cinta métrica. Agregue 1 m a esta medida para tener suficiente espacio para atar los nudos en los extremos. Corta la cuerda a este tamaño.
Paso 3
Adjunte un puño de tirolesa a la polea uniendo los dos extremos de la cuerda del puño. Pase la cuerda por el interior de la polea.
Paso 4
Conecte cada extremo de la cuerda a un extremo de su tirolesa. Sin embargo, solo nosotros no somos suficientes; use clavos o ganchos grandes para sujetar la cuerda a cada poste o árbol.
Paso 5
Coloque una cuerda en la parte inferior del mango. Debería poder alcanzarlo desde el suelo, cuando la polea está en su punto más alto. Esta cuerda te permitirá recuperar la polea y posicionarla correctamente después de cada descenso.