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Las justificaciones y las excusas son cosas que a los jefes y padres ciertamente no les gusta escuchar. Ambos términos implican explicar algo de una manera particularmente no muy buena. Si bien ambos tratan de describir algo que ya sucedió, no son exactamente lo mismo. Las justificaciones apoyan que una acción fue válida y correcta, mientras que las excusas explican por qué se cometieron los errores.
Justificaciones
El propósito de la justificación es mostrar que algo se hizo correctamente. Justificar es proporcionar razones o explicaciones para defender o apoyar el argumento de que una decisión fue buena o correcta. Como las excusas, las justificaciones a menudo vienen después de un error o fracaso. Sin embargo, las justificaciones son un intento de no admitir un error. Por ejemplo, si João toma su salario, va a un casino y pierde todo en un juego de cartas, la probabilidad de que tenga que enfrentarse a una esposa muy enojada es grande. Al día siguiente, ella grita y dice que hizo algo muy estúpido. Cuando João responde que podría haber ganado mucho dinero y que era una buena idea, porque tenemos que arriesgarnos para llegar a alguna parte y lo volvería a hacer todo, está justificando su elección.
Encontrar razones
Las justificaciones no son del todo malas. En algunos casos, las personas toman decisiones sin pensar. Sin embargo, las decisiones o acciones apresuradas pueden terminar funcionando bien. Incluso pueden ser la mejor de todas las opciones posibles, excepto que la persona realmente no sabe por qué lo hizo y tal vez no estaba exactamente motivada por un golpe de brillantez. Cuando alguien se enfrenta a una elección, la persona en esa situación puede llegar a una conclusión plausible e inteligente. Este caso también es una justificación.
Disculpas
A diferencia de las justificaciones, que implican asumir la responsabilidad, aunque a menudo por razones equivocadas, las excusas están diseñadas para evitar la responsabilidad y la culpa. Sin propiedades, las excusas explican por qué algo salió mal. Un ejemplo clásico es el dicho popular: "El perro se comió mi tarea". Al decir esto, el niño pone el hecho de que no tiene sus deberes en manos de un evento posible, pero improbable, que escapa a su control.Cuando alguien hace una receta que no sale correctamente, en lugar de admitir que hizo algo mal, le echan la culpa a no tener verduras frescas oa la receta que no está escrita correctamente. En este caso, la persona está creando una excusa.
Excusas sociales
Las excusas también tienen otros usos. En un contexto social, las excusas son "mentiras piadosas", dichas "por cortesía" y evitan herir los sentimientos de los demás. Por ejemplo, Jane invita a Bruno y Marta a cenar en su casa. Bruno y Marta no están de humor para conducir una hora y cruzar la ciudad un viernes por la noche, y no les gusta mucho la comida de Jane. Entonces, inventan una excusa, dicen que ya tienen otro compromiso. Lo que no dijeron es que su otro compromiso es la televisión. Esta actitud se clasifica como excusa.