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Mucha gente está acostumbrada a arrojar langosta en un recipiente con agua hirviendo para cocinar. Esto la hace sabrosa, pero la langosta se puede cocinar de muchas formas diferentes, como freír, asar y cocinar al vapor. Si quieres sacar la carne de la langosta para cocinarla después, es importante hacerlo correctamente para conseguir la mayor cantidad de carne posible. Comience comprando la langosta más fresca posible.
Paso 1
Coloque la langosta en el fregadero con agua corriente.
Paso 2
Frote suavemente la langosta con un cepillo y elimine cualquier sedimento o parásitos que haya en el caparazón.
Paso 3
Coloca la langosta boca abajo sobre una tabla de cortar.
Paso 4
Coloque el extremo del cuchillo afilado en la unión entre la cabeza y el cuerpo. Esto cortará el nervio principal, matando la langosta al instante.
Paso 5
Sostenga la cola y gírela en el sentido de las agujas del reloj y luego en el sentido contrario hasta que sienta que se suelta. Tómalo.
Paso 6
Corta el interior de la cola abierta con unas tijeras afiladas y retira la carne.
Paso 7
Corta las garras con un cuchillo o un cuchillo.
Paso 8
Abra las garras para quitar la carne.
Paso 9
Cortar el resto de la langosta con el cuchillo y quitar toda la carne. Si los huevos (llamados coral) son negros, guárdelos. Se consideran un manjar, como el caviar.
Paso 10
Guarde la carne en el refrigerador por un máximo de dos o tres días antes de cocinarla.