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El olor a azufre en el agua proviene del sulfuro de hidrógeno, que huele a huevos podridos. Esto generalmente es causado por depósitos de carbón en el suelo, pero también puede ser el resultado de bacterias que producen sulfuro de hidrógeno como producto de desecho. Esta sustancia en el agua no suele ser peligrosa, ya que el olor suele detectarse mucho antes de que el contenido de sulfuro de hidrógeno alcance niveles tóxicos.
Paso 1
Apague la bomba de pozo y use una llave de tamaño apropiado para quitar la tapa del pozo. Extraiga con cuidado el cableado eléctrico del tubo de la carcasa sin desconectar ninguno de los cables.
Paso 2
Tome dos litros de lejía que contengan hipoclorito de sodio al 5,25%. La lejía no debe contener ningún otro ingrediente, como tintes o perfumes. Mézclalo con diez litros de agua y vierte la mezcla en el fondo del pozo. Encienda la bomba y enciéndala.
Paso 3
Tome una manguera de jardín de un grifo externo y coloque el extremo abierto de 90 cm a 1 m en el pozo. Abra completamente el grifo y deje correr el agua por la tubería de revestimiento durante 15 minutos. Saque la manguera del pozo y cierre la tapa.
Paso 4
Abre todos los torneos de agua, duchas y baños. Puede cerrar estos grifos cuando empiece a oler un olor a cloro. Después de cerrar todos los grifos, deje que el agua de su tanque de agua permanezca en silencio durante ocho a 24 horas.
Paso 5
Vacíe el agua clorada del depósito de agua. Coloque el extremo de la manguera de jardín en un área que no tenga plantas y deje salir el agua. Cierre el agua, ya que ya no huele a lejía, lo que puede tardar hasta dos horas. Deje abiertas las salidas de agua interiores hasta que el agua ya no huela a lejía.