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A veces, cuando hace ejercicio, sentirá una sensación de ardor en la nariz y el pecho. Esta sensación puede ir acompañada de tos y respiraciones superficiales y poco profundas. Cuando esta sensación está presente en medio del ejercicio, significa que no está respirando correctamente. La incapacidad para respirar de manera constante y profunda al levantar pesas y en medio de un ejercicio cardiovascular puede causar calambres, dolor desviado y también puede aumentar la presión arterial. El ardor en los pulmones también puede ser un síntoma de asma inducida por el ejercicio, una condición que se desencadena por actividades de alto impacto como correr, andar en bicicleta y usar máquinas de ejercicio.
Ardor en los pulmones
Técnicas de respiración
La razón principal por la que el ejercicio puede causar una sensación de ardor en los pulmones es el hecho de que el atleta a menudo contiene la respiración o no sigue un patrón respiratorio mientras realiza el ejercicio. También respiran naturalmente por la boca en lugar de por la nariz, lo que significa que el aire frío no se calienta a través de la cavidad nasal antes de llevarlo a los pulmones. Si esta acción se combina con una respiración superficial o irregular, puede causar ardor. Para mitigar el efecto de este aire frío en el sistema, es importante respirar profundamente en algunos intervalos de tiempo. Si va a levantar pesas o participar en otro entrenamiento de fuerza, exhale mientras realiza la fase de ejercicio del ejercicio. Por ejemplo, al hacer abdominales, exhale mientras está sentado e inhale antes de acostarse. Cuando participe en ejercicios cardiovasculares como correr, concéntrese en mantener la respiración a un ritmo bajo pero cómodo. Respire profundamente mientras exhala porque le permitirá inhalar profundamente de la misma manera.
Como recuperarse
Si sus pulmones comienzan a sentir una sensación de ardor mientras hace ejercicio, es importante que se recupere, especialmente si tiene asma inducida por el ejercicio. Reduzca la velocidad lo suficiente para que pueda concentrarse en respirar profundamente. Si la sensación continúa o se acompaña de sibilancias, respiración corta o calambres, detenga el ejercicio. Camine lentamente para reducir el ritmo, beba agua y concéntrese en regular la entrada de aire inhalando y exhalando por las fosas nasales en lugar de la boca. Use cualquier inhalador o medicamento recetado si tiene asma. Si los episodios de ardor no desaparecen con las técnicas de respiración adecuadas, puede ser mejor concertar una cita con un médico para que le aconseje.