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Las mandarinas, pequeñas frutas dulces y cítricas, se encuentran entre los miembros más jugosos de la familia de los cítricos. Pelar y cortar una mandarina es el método más común de consumirlas, ya que es fácil quitarle la cáscara. A diferencia de los limones o las toronjas, las mandarinas tienen una piel fina y suave y casi no tienen mesocarpio. Al igual que las mandarinas, las clementinas también producirán mucho jugo si decides exprimirlas en lugar de comerlas. Todo lo que necesitas es fuerza y un cuchillo.
Paso 1
Guarde sus mandarinas a temperatura ambiente. Como la mayoría de las frutas cítricas, producirán más jugo cuando estén calientes que cuando estén frías. Si están fríos, colóquelos en el microondas durante 15 a 20 segundos antes de continuar.
Paso 2
Enrolle la fruta de un lado a otro sobre una superficie plana y dura con la palma de su mano. Aplicar presión a la mandarina de esta manera dañará ligeramente la fruta y producirá aún más jugo.
Paso 3
Corta la mandarina por la mitad, transversalmente.
Paso 4
Sostenga la mandarina en la palma de su mano, con el lado cortado hacia arriba. Esto evitará que las semillas caigan en su jugo.
Paso 5
Exprime la naranja tan fuerte como puedas, con el lado cortado hacia arriba, sobre un recipiente de boca ancha. El jugo se escurrirá por tus manos hacia el recipiente, dejando las semillas y el exceso en la propia fruta. Repite el proceso con la otra mitad de la mandarina.