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La leche en polvo es el producto de la evaporación al vacío del 90% del líquido de la leche. La mayoría de la leche en polvo proviene de la leche desnatada, por lo que no se vuelve rancia a temperatura ambiente tan fácilmente como la leche en polvo hecha con leche entera. Esto es importante al reemplazar la leche en polvo con leche líquida. Se agrega leche en polvo a los productos horneados para que el pan sea más sabroso y tierno. Para las recetas, si no tiene leche en polvo, puede reemplazarla con leche líquida, pero se deben hacer otros ajustes a la receta.
Paso 1
Reemplace todos los líquidos agregados a la receta con la misma cantidad de leche líquida, hasta 1 1/2 tazas. La cantidad de leche agregada al pan es especialmente importante, ya que usar más de 1/2 taza de leche en polvo o su equivalente a 1 1/2 tazas de leche líquida puede resultar en una disminución en el volumen del pan.
Paso 2
Vierta la leche en una cacerola.
Paso 3
Hervir la leche a fuego medio-bajo, revolviendo continuamente o hasta que hierva. A esto se le llama escaldar la leche y evita que la leche agregada a la receta interfiera debilitando la masa al inactivar una proteína en la leche.
Paso 4
Deje que la leche escaldada se enfríe a temperatura ambiente.
Paso 5
Combine los otros líquidos de la receta con la leche para completar la cantidad total de leche necesaria. Por ejemplo, si la receta requiere 3 tazas de líquido, use 1 1/2 tazas de leche blanqueada y 1 1/2 tazas del líquido necesario en la receta.
Paso 6
Agrega la leche cuando la receta te pida agregar los otros líquidos.
Paso 7
Continúe siguiendo la receta como de costumbre, usando el mismo tiempo y temperatura que el horno.