Contenido
- Sistema nervioso autónomo
- Efecto sobre el sistema cardiovascular
- Efectos sobre las hormonas
- Cambios en el ejercicio
El solo hecho de pensar en el ejercicio físico puede aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración. Es obvio que debe haber algo más que un simple movimiento que funcione para aumentar la actividad metabólica del cuerpo. El cerebro es el mando central del corazón, los pulmones, los músculos e incluso los vasos sanguíneos.
Sistema nervioso autónomo
El sistema nervioso autónomo tiene dos vías diferentes: estimulación simpática y parasimpática. En la mayoría de las actividades físicas, estas dos partes del sistema nervioso autónomo funcionan de manera opuesta. El sistema nervioso simpático actúa como antagonista, estimulando el corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones y los sistemas metabólicos para preparar el cuerpo para la actividad. El parasimpático se encarga de los periodos de descanso y ocio, conservando energía y permitiendo que funcionen otros sistemas, innecesarios en las actividades físicas, como la digestión.
Efecto sobre el sistema cardiovascular
Cuando hacemos ejercicio, el sistema nervioso simpático está a cargo. Cuida el corazón y la liberación de hormonas para estimular al cuerpo a permanecer en modo activo. Los nervios simpáticos aumentan la frecuencia cardíaca y la fuerza de las contracciones, aumentando la cantidad de sangre bombeada por minuto. El sistema nervioso simpático también contrae los vasos sanguíneos de los órganos innecesarios durante el ejercicio, como los del sistema digestivo, los órganos reproductivos y el tracto urinario. Para compensar, se dilatan los vasos del corazón y los músculos trabajados. Además, la vasoconstricción aumenta la presión arterial.
Efectos sobre las hormonas
El sistema nervioso simpático, durante el ejercicio, estimula la médula suprarrenal del cerebro para secretar catecolaminas. Estas hormonas, norapinefrina (norepinefrina) y epinefrina (adrenalina), facilitan los cambios fisiológicos provocados por el ejercicio. El aumento de la actividad cardíaca, las células del músculo esquelético y el pulmón es estimulado por la liberación de epinefrina. La constricción e inhibición de sistemas innecesarios la realiza la norapinefrina.
Cambios en el ejercicio
La actividad física regular puede provocar cambios beneficiosos en el sistema nervioso central. Por ejemplo, las conexiones entre las terminaciones nerviosas y los músculos esqueléticos se vuelven más eficientes, lo que facilita el rendimiento del cuerpo durante el ejercicio. Como consecuencia, el cuerpo puede aumentar la cantidad de capilares sanguíneos que componen los músculos trabajados. Este cambio también hace que la distribución de sangre en estos músculos sea más efectiva.