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Criar gatos en interiores proporciona entretenimiento y da vida al medio ambiente. Sin embargo, lamentablemente su orina también se convierte en parte de su vida diaria. Por lo tanto, es necesario limpiar la casa y limpiar el lugar donde los gatos hacen sus necesidades con bastante frecuencia para minimizar la exposición a su orina. De lo contrario, puede experimentar algunas reacciones adversas debido al amoníaco que contiene la orina de estos animales.
Problemas respiratórios
El amoníaco contenido en la orina de los gatos causa daño al sistema respiratorio cuando una persona respira esta sustancia con regularidad. El gas amoniaco corroe las fosas nasales, las vías respiratorias y los pulmones. La exposición puede desencadenar ataques de asma, rinitis, bronquitis y laringitis. Otros problemas relacionados con la inhalación de esta sustancia incluyen tos, flemas, sibilancias y pérdida del olfato.
Problemas de los ojos
La exposición a la orina de gato provoca una sensación de ardor en los ojos. Además, pueden estar acuosos, arder o incluso enrojecer e irritarse. La exposición prolongada a altos niveles de amoníaco contenido en la orina puede incluso causar ceguera temporal y daño permanente a los ojos.
Irritación de la piel
La exposición prolongada a la orina de gato también causa irritación de la piel e incluso puede causar infección si penetra en una herida abierta o si la piel está constantemente en contacto con esa sustancia. Además, la sustancia puede provocar quemaduras.