Contenido
Los gatos son animales curiosos por naturaleza y esta curiosidad puede provocar lesiones e infecciones. Una infección puede ser causada por varias cosas, incluidas las picaduras de abejas e insectos. Si cree que la pata de su gato está infectada, llévelo al veterinario para que lo examine. Es posible que la infección no se cure por sí sola y que necesite antibióticos.
Malestar general
Una pierna infectada suele ser sensible al tacto. Algo puede estar alojado en la pata o la pata del gato, causando que el área se inflame. Cuando un gato se siente incómodo, no le permitirá tocar el área dolorida. Puede favorecer la pierna infectada y caminar divertido. Si la pierna se ve hinchada, puede estar infectada. La hinchazón es la defensa natural del cuerpo para combatir las infecciones y es un signo de acumulación excesiva de líquido o inflamación. La pierna no tiene que estar completamente hinchada o estirada para infectarse. Si esto sucede, también puede notar que su gato no actuará como él mismo y parecerá más apático de lo habitual.
Bultos
Un nuevo bulto en la pierna de su gato puede ser el resultado de una infección. Un bulto es una reacción a algún tipo de trauma. No es raro que una infección se convierta en un absceso, que es una acumulación de pus. El núcleo debe ser duro al tacto. Si está drenando, haga que un veterinario revise a su gato de inmediato. Un absceso no tratado puede provocar la muerte, con pus tóxico circulando por el torrente sanguíneo.
Oler
Una infección a menudo apesta. El olor proviene del pus dentro de la infección. Las heces pueden aparecer de color blanco o amarillo y pueden mezclarse con sangre y filtrarse del sitio de la infección. El pus suele tener un olor fuerte y distintivo. Su gato puede estar lamiendo el pus como una forma de limpiar y tratar la herida. También puede notar que su aliento olerá diferente después de lamer la infección.
Calor
Toque la pierna de su gato, si siente que un lugar específico está caliente al tacto, puede ser un signo de infección. Además, el gato puede tener fiebre, que es la respuesta normal del cuerpo a una infección. No sabrás si tiene fiebre a menos que le tomes la temperatura con un termómetro felino. Tocarse la nariz y sentir una superficie fría y húmeda no es un indicador de que esté sano y no tenga fiebre.