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El Papa San Gregorio Magno (540-604 d.C.) fue el líder de la iglesia primitiva que clasificó los siete pecados capitales y los relacionó con las siete virtudes correspondientes, en un esfuerzo por alentar a las personas de su tiempo a obedecer las leyes bíblicas. Predicó muchos sermones sobre la segunda venida de Cristo, así como la tortura del infierno que les esperaba a los que no creían. Las siete virtudes que reconoció y organizó se basaron en la Biblia, de la que tenía un amplio conocimiento y, específicamente, en 1 Corintios 13.
Fe
La esencia de la fe es creer en las cosas de Dios, que son invisibles. El pecado opuesto de la fe es el orgullo, que es fe en nuestras propias habilidades, más que en las habilidades de Dios. El símbolo de la fe es una mujer con un cáliz, una cruz o ambos, con San Pedro a sus pies.
Esperanza
La segunda virtud, la esperanza, es tener la perspectiva de que el bien finalmente prevalecerá y el futuro será controlado por un Dios amoroso. El pecado contrario a la esperanza es la envidia, que se observa cuando una persona desea algo o alguien que no es suyo y no tiene esperanza por el bien de su propio futuro. El símbolo de la esperanza es una mujer con alas que levanta las manos hacia el cielo. Santiago Maior está a tus pies.
Caridad
La caridad, la tercera virtud, es la preocupación por los demás, así como la voluntad de ayudarlos. El pecado incompatible con la caridad es la ira, que es el deseo de que los demás experimenten dolor, así como la ira hacia los demás, con más de sí mismos. El símbolo de la caridad es una mujer con niños a su alrededor, uno de los cuales está amamantando. Ella puede estar sosteniendo un corazón o llamas y San Juan Evangelista está a sus pies.
Fortaleza
La fuerza es determinación y nunca darse por vencido. Su pecado de oposición es la pereza. El símbolo de la fortaleza es una mujer con un garrote, espada, escudo o columna, siendo este último una referencia a la destrucción de Sansón del templo filisteo. Sansón está a tus pies.
Justicia
La justicia es equidad e igualdad en el trato con las personas. Su pecado opuesto es la lujuria, que implica valorar a alguien o algo de una manera desproporcionada y corruptora. El símbolo de la justicia es una mujer que sostiene una espada y una balanza. Tiene al emperador Trajano a sus pies.
Prudencia
La prudencia es moderación y especial cuidado por el dinero. Su pecado de oposición es la glotonería, en la que una persona se entrega a lo que desea, satisfaciendo todos los deseos sin preocuparse por la moderación. El símbolo de la prudencia es una mujer con dos cabezas, sosteniendo un espejo y una serpiente. Salomón está a tus pies.
Templanza
La virtud final es la templanza, que es la moderación con las cosas necesarias y la abstinencia total de las cosas innecesarias. Su pecado de oposición es la codicia, que se define como el deseo de muchas posesiones innecesarias. El símbolo de la templanza es una mujer que sostiene una espada o dos jarrones. Tiene al Escipión africano a sus pies.