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Los labios vaginales son pliegues de piel que forman la vulva, los genitales externos femeninos. Del latín "labios", los labios tienen tres partes: labios más grandes, labios más pequeños y la comisura labial. Los labios más grandes son los más gruesos y externos. Los labios más pequeños son más delgados y más pequeños, ubicados más internamente en relación a los más grandes en los contornos de la abertura de la vagina. Las comisuras labiales anterior y posterior marcan las esquinas donde se unen los dos pares de labios. Los labios, en su conjunto, tienen varias funciones importantes en el cuerpo femenino.
Barrera externa
Los labios más grandes protegen los órganos internos del sistema reproductor femenino evitando que la vagina quede expuesta. Su protección espesa y espesa involucra las delicadas membranas internas y la apertura de la vagina. La función original del vello púbico que cubre los labios externos se remonta a la prehistoria, una época en la que no se usaba ropa. Estos pelos actuaban como trampa contra cuerpos extraños, como insectos. Asimismo, los labios más pequeños actúan como una barrera protectora para el tracto urinario.
Protección contra bacterias
Los labios protegen la vulva de los ataques bacterianos. Las glándulas del interior de los labios más pequeños producen secreciones ricas en sustancias antibacterianas. De esta forma, los labios también protegen frente a infecciones.
Lubricación
Las glándulas de los labios más pequeños también facilitan las relaciones sexuales satisfactorias. Cuando sus membranas internas son estimuladas por el tacto o la presión, las glándulas producen secreciones. La lubricación resultante mantiene los labios y la vagina húmedos, lo que ayuda a la penetración.
Placer sexual
La función de los labios durante las relaciones sexuales no es puramente práctica. También ayudan a las mujeres a disfrutar del sexo. Las delgadas membranas del labio mayor están llenas de vasos sanguíneos y nervios que se hinchan cuando se estimulan. Esto hace que los labios internos sean increíblemente sensibles y receptivos. De la forma correcta y con la estimulación adecuada, los labios producirán sensaciones de placer, contribuyendo a una relación sexual exitosa al aumentar la receptividad de la mujer.