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Cualquiera que haya tenido la mala suerte de sufrir una inundación en su casa sabe lo terrible que puede ser. Las alfombras son particularmente vulnerables a los daños porque absorben agua. Una alfombra empapada se convierte en un artículo pesado y maloliente que necesita atención inmediata. Si una alfombra está expuesta al agua estancada durante más de un día, es muy probable que deba desecharse. Las alfombras que se secan rápidamente tendrán más probabilidades de salvarse.
Paso 1
Sople aire seco en la habitación, con ventiladores colocados en las ventanas y ventiladores de techo. Colóquelos en la posición más poderosa y apúntelos a las alfombras en lugares o pasillos sin ventanas.
Paso 2
Abra las cortinas o persianas y deje que entre el sol.
Paso 3
Pase una aspiradora por las alfombras. Retirar el agua y volver a pasar. Continúe con el proceso hasta que no haya más agua para succionar.
Paso 4
Deje los ventiladores encendidos hasta que la alfombra cambie de mojada a húmeda.
Paso 5
Aplica champú sobre la alfombra mientras aún esté un poco húmeda.
Paso 6
Aplique una solución de dos cucharadas de lejía por cada litro de agua a la alfombra, si está particularmente preocupado por el crecimiento de hongos. Pruebe la solución en una pequeña parte de la alfombra para asegurarse de que no arruine los colores. Si permanecen igual, aplique la solución a toda la alfombra.
Paso 7
Continúe con los ventiladores encendidos el mayor tiempo posible. Conecte un deshumidificador en el sitio. Deje el mayor tiempo posible hasta que la alfombra se seque por completo.