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Los problemas con las patas de pollo pueden provocar falta de movilidad y problemas al rascarse. Dado que los problemas en las patas son comunes entre estos animales, ser consciente del problema y qué hacer para solucionarlo es una parte importante de la crianza de los pollos.
Causas
La mayoría de los problemas son causados por deficiencias nutricionales y entornos pobres. Sin embargo, también es importante recordar que algunos problemas se deben a la genética y al rápido crecimiento. Los pollos que crecen demasiado rápido terminan ejerciendo más presión sobre el pie en desarrollo de lo que deberían. Del mismo modo, los ácaros escamosos de las patas pueden causar cojera.
Identificación
Hay varias formas de identificar el problema de la pata de pollo. Obsérvalo un rato y fíjate si camina de forma delicada o incluso cojea. También puede tener problemas para rascar el piso. Tras una inspección más cercana, el pie puede parecer hinchado y, si hay irritación constante, puede haber una costra en la almohadilla del pie. También puede haber cortes que pueden infectarse.
Prevención / solución
Es importante adaptar el entorno en el que viven tus pollos para evitar problemas en las patas. Coloque una rampa entre el área para dormir y el piso, ya que una gran caída puede causar lesiones. Coloque el vivero en un lugar con tierra blanda, heno o pasto, ya que caminar sobre un piso duro puede lastimar sus pies. Use arena suave y absorbente, toallas viejas de tela o arpillera en los nidos para evitar que resbalen y proporcionen tracción. Alimente a sus pollos con alimentos de alta calidad y evite amontonarse en comederos y agua.
Aislamiento
Cuando solo uno de ellos parezca tener problemas en los pies, aíslelo. Guárdelo en un pequeño gallinero, con fácil acceso a comida y agua, lo que ayudará a limitar sus movimientos. En muchos casos, esto resolverá el problema de una lesión en aproximadamente una semana. Un ave que ha sido aislada no debe regresar al grupo hasta que esté bien.
Advertencia
Inspeccione las patas de pollo antes de decidir levantarlas. Los problemas en las patas pueden ser genéticos y los pollos reproductores que son propensos a tener problemas en las patas, incluso en un buen ambiente, pueden estar transmitiendo el rasgo a las próximas generaciones.