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Hacer su propio jabón puede ahorrarle dinero y tiempo. Esto también puede garantizar que los productos que usa en su piel sean naturales y libres de químicos. Hacer jabón líquido de Castilla no es difícil y es bueno para usarlo en las manos y también para lavar platos. Intente hacer su propio jabón líquido para usted y tal vez también para regalar.
Ingredientes
Reúna algunos ingredientes y herramientas para hacer jabón de Castilla casero. Obtenga un poco de aceite de girasol, cloruro de potasio (disponible en farmacias) y agua destilada. La combinación de agua destilada y cloruro de potasio dará como resultado la formación de sosa cáustica.
Necesitará un fácil acceso al agua del grifo, así como una cuchara licuadora larga y todos los aceites esenciales que le gustaría usar para la fragancia. Se requerirá una olla de cerámica, así como herramientas para mezclar y medir.
Mezcla
Vierta 450 ml de aceite de girasol en su sartén a fuego alto. En un bol, mezcle 150 ml de cloruro de potasio con 450 ml de agua destilada. Agregue esta mezcla de lejía al aceite caliente en la sartén. Mezclar todo esto junto con una cuchara a fuego lento. La mezcla probablemente se verá como si se estuviera separando. Esto es normal. Sigue mezclando.
La mezcla tendrá una consistencia pastosa. Ahora vierta 1,2 L de agua del grifo en la olla. Combine esto con la carpeta.
Cocinando
Deje la mezcla en la cacerola de cerámica y revísela cada hora. Si la mezcla se está separando, mézclela bien durante un minuto. Si no, solo revuelve un poco. La consistencia debe estar entre la de una pasta y una salsa. A partir de ahí, debe quedar suave, aunque todavía bastante espeso, una especie de pudín. En algún momento durante la cocción, la mezcla puede volverse dura y pegajosa como el caramelo. Si esto ocurre, use algo como un machacador de papas para romperlo. En unas horas más, debería adquirir una consistencia gelatinosa como el aceite. En este punto, sabrá que su jabón líquido de Castilla está casi listo.
La prueba
Ahora es el momento de probar el jabón para ver si está listo. Hierva un poco de agua en un hervidor y mida 60 ml en una taza medidora transparente junto con 30 ml de la mezcla de jabón. Agite todo con una cuchara hasta que el jabón se disuelva en el agua. Si parece un poco nublado, todo está bien. Sin embargo, no debes querer que luzca lechosa. Esto puede indicar que el jabón no se ha cocinado lo suficiente o que no tiene el tamaño de aceite correcto. Intente cocinar un poco más y pruébelo nuevamente si corresponde.
Si la claridad es solo un poco turbia, es hora de agregar unas gotas de aceite aromático. Solo agrega la esencia de tu elección. Por lo general, de seis a ocho gotas son suficientes para producir un aroma fuerte, pero no nauseabundo.
Vierta su jabón líquido de Castilla en botellas o frascos y déjelo enfriar antes de usarlo.