Contenido
Originaria de Oriente Medio, la granada es el fruto del granado, que fue traído a Brasil por los portugueses. A la hora de comprar esta fruta, debes tener cuidado de observarla para saber si está en buen estado o no para ser consumida. Puede terminar comprando una granada dañada por su sospechosa apariencia exterior o interior. Una granada ideal debe ser pesada para su tamaño y tener un color rojo oscuro, pero no necesariamente garantiza la calidad de la fruta.
Paso 1
Inspeccione el exterior de la granada en busca de cortes y grietas que indiquen que la fruta tiene problemas en el interior. Se aceptan pequeñas manchas. Las granadas con manchas muy blandas, áreas blancas o moho probablemente estén podridas.
Paso 2
Considere la época del año. Las granadas compradas en septiembre u octubre tienen menos probabilidades de romperse que las granadas compradas en enero.
Paso 3
Piense en cómo se almacenó la fruta. Las granadas no duran más de dos meses cuando se refrigeran entre 0 y 5 ºC en bolsas de plástico. Duran cuatro semanas sin refrigeración, siempre que estén en un lugar oscuro y fresco. Las temperaturas suaves aceleran el proceso de descomposición de la fruta.
Paso 4
Examine el interior de la fruta para asegurarse de que no esté pegajosa. Si la pulpa es pálida y veteada, o si las semillas son esponjosas y de color marrón, es probable que la granada haya comenzado a echarse a perder. Las semillas de granada maduras y comestibles tienen un color rojo oscuro.
Paso 5
Considere el sabor. La granada debe tener un sabor amargo, como cereza o arándano. Si tiene un sabor desagradable, puede romperse y acabar provocando algunos problemas de salud.