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Uno de los puntos negativos de pintar puertas es que, con el tiempo, el tinte comienza a desprenderse y pelarse. Este efecto puede ocurrir debido a la mala calidad de la pintura, la ausencia de imprimación y, a menudo, la humedad del aire. La preparación adecuada y la elección de los productos utilizados en la pintura son precauciones importantes para la recuperación exitosa de la puerta. El repintado es la única forma eficaz de restaurar la pintura.
Paso 1
Retirar el tinte viejo con una espátula y lijar la puerta con una lijadora, prestando especial atención a las zonas que se estaban pelando. Haga que la superficie sea lo más lisa posible, incluso si eso significa lijar toda la capa vieja de pintura. A menudo, la pintura se desprende porque una capa inferior de pintura / imprimador no ha penetrado la superficie correctamente.
Paso 2
Use un paño húmedo que no suelte pelusa para quitar el polvo y la suciedad de la puerta. En algunos casos, la pintura se puede pelar debido a la falta de una limpieza ideal de la superficie antes de pintar. Deje secar bien durante al menos una hora.
Paso 3
Aplique una capa de imprimación a la puerta con cuidado. Utilice un producto especialmente desarrollado para el material de la puerta. Por ejemplo, si es de metal, use una imprimación específica para metales. Capriche, pasando de los extremos al centro. Espere unas horas a que se seque el producto.
Paso 4
Aplica una capa de la pintura elegida. Elegir el tipo correcto es el secreto. Usa pintura acrílica para puertas metálicas. El acrílico (o látex) también es resistente a materiales como madera, yeso y otros. Espere de cuatro a seis horas para que se seque la primera capa, aplique la segunda capa y espere al menos un día antes de usar la puerta.