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No es raro que un gato tenga heridas en las almohadillas de sus patas. A pesar de estar compuesto por un pelaje rígido, un felino aventurero puede acabar haciéndolo daño. Si su gato cojea, asegúrese de que las almohadillas no estén dañadas. Las heridas o quemaduras superficiales se pueden tratar en casa. Proporcionar a su gato los primeros auxilios adecuados puede ayudar a evitar un costoso viaje a la clínica veterinaria.
Paso 1
Humedezca la almohadilla de la pata con agua tibia hasta que esté limpia. Compruebe si hay objetos extraños atascados en él. Si hay alguno, retírelo con cuidado con unas pinzas.
Paso 2
Sumerja la pata en un recipiente con agua oxigenada durante 30 segundos. Esta sustancia ayuda a proteger la almohada contra infecciones.
Paso 3
Aplica un gel de aloe vera en la almohadilla de la pata. Un estudio de S. Subramanian y sus colegas en el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Madrás determinó que el uso de gel de aloe vera puede reducir significativamente el tiempo de curación cuando se aplica tópicamente a una herida.
Paso 4
Haz un vendaje con gasa y esparadrapo en la pata. Corta un trozo de gasa del tamaño adecuado, colócalo sobre la herida y envuélvelo, sin dejarlo demasiado apretado. Pasa la cinta sobre la gasa para que no se salga, pero mantenla lo suficientemente suelta como para no restringir la circulación del gato.
Paso 5
Todas las noches, trate la herida con aloe vera. Reemplace la gasa cada dos días. Repite los pasos hasta que la almohada esté curada y el gato deje de cojear.