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Los rotuladores de pizarra son modelos que se pueden borrar de las superficies sin necesidad de agua. Como su nombre lo indica, se usan comúnmente en pizarras, pero también se pueden usar para dejar mensajes y dibujos en espejos, mesas e incluso ventanas. Aunque su capuchón está adherido y protege la punta, es común que estos bolígrafos se sequen, especialmente si se almacenan planos. Por lo general, mantenerlos en posición vertical puede resolver este problema, pero si eso no funciona, hay algunos trucos que se pueden hacer para que vuelva a escribir.
Paso 1
Haz un nudo pequeño al final de una cuerda.
Paso 2
Con cinta adhesiva, asegure el nudo al final del rotulador de pizarra. Gire la cuerda por encima de su cabeza con un movimiento circular. El tirón gravitacional arrastrará el resto de la tinta hacia la punta del bolígrafo.
Paso 3
Prueba el marcador para ver si el truco de la gravedad funcionó. Si el bolígrafo aún tiene problemas, use unos alicates para quitar con cuidado la punta. Gire la punta de lado y use los alicates para volver a colocarla en el bolígrafo. El lado opuesto de la punta estará mojado con pintura que no ha pasado por completo.