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Quitar la pintura de una pizarra es tan fácil como ponerla. El proceso se lleva a cabo de la noche a la mañana: tómese el tiempo suficiente para completarlo. No es necesario lijar, como ocurre con la eliminación de otras pinturas. Dado que la tinta de la pizarra crea una superficie lisa, el proceso es bastante simple. La mayoría de los materiales necesarios probablemente los tengas en casa. Mantener la pared limpia antes de volver a pintarla será la clave del éxito.
Paso 1
Sumerja los paños limpios en el cubo de agua y comience a limpiar la pared. Con el tiempo, la tinta de la pizarra se ensuciará debido a su uso. Todo este polvo debe limpiarse a fondo antes de pintar sobre él.
Paso 2
Deje que la pared se seque durante la noche. Deberá estar completamente seco antes de comenzar a pintar, especialmente si está utilizando materiales a base de agua. De lo contrario, es posible que deba repetir todo el proceso de pintura.
Paso 3
Pinte una capa de imprimación sobre la pintura de pizarra. La pintura es lisa, por lo que no es necesario lijarla. Cuando la imprimación haya pasado, la pared se verá y se sentirá nueva. Use un rodillo de pintura para pasar la imprimación en la pared. Cuando se seque, pinta la pared de la forma que quieras.