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Usar tinta sobre papel es un arma de doble filo. La ventaja es que es permanente, por lo que tu imagen durará para siempre, pero como desventaja, si te equivocas, te quedarás atrapado. Sin embargo, si su papel es más grueso, como papel de dibujo pesado o papel tapiz, puede quitar la pintura de la superficie para poder volver a usarlo.
Paso 1
Mezcle bicarbonato de sodio y agua hasta obtener una pasta fina.
Paso 2
Sumerge el paño de algodón en la pasta. Es importante que use algodón para esto, porque las telas más pesadas pueden rasgar el papel cuando está ligeramente húmedo.
Paso 3
Aplicar la pasta en tinta sobre el papel. Frote suavemente, no muy fuerte. Si frota demasiado fuerte, puede dañar o rasgar el papel.
Paso 4
Después de limpiar con bicarbonato de sodio, deje que el papel se seque.
Paso 5
Si el bicarbonato de sodio no quita la tinta, humedezca su paño en un poco de alcohol. Prueba el alcohol en una esquina del papel, ya que puede decolorarlo.
Paso 6
Siga el mismo procedimiento con alcohol que en el Paso 3, dando tiempo suficiente al papel para que se seque.