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Después de quitar un vendaje o yeso, la piel debajo aparece blanca, escamosa y áspera. Su cuerpo continuó produciendo nuevas células cutáneas, pero no fue posible eliminar la piel muerta atrapada debajo del vendaje. Eliminar toda la piel muerta a la vez es imposible y tratar de hacerlo puede causar sangrado. La mejor forma de eliminar las células muertas es mediante un régimen de exfoliación e hidratación lento y cuidadoso. Este proceso permite que la piel nueva y sensible sane y reduce las posibilidades de infección.
Paso 1
Lave el área con células muertas en agua tibia durante 10 a 20 minutos. La mayor sensibilidad de la piel hará que un baño de agua caliente sea doloroso. Además, el agua caliente perjudica la hidratación de la piel, mientras que el agua tibia ayuda a suavizar la piel seca.
Paso 2
Seque el área con una toalla suave y esponjosa, pasándola ligeramente, para quitar la piel desprendida. No frote.
Paso 3
Aplique crema hidratante en la región. Una mantequilla corporal espesa o un aceite para bebés pueden ayudar a humectar la piel y suavizar las células muertas para que se desprendan naturalmente.
Paso 4
Lleve siempre un humectante, para volver a aplicarlo a lo largo del día, aliviando el dolor o la picazón a medida que la piel muerta se afloja y se establecen nuevas células.
Paso 5
Envuelva la piel exfoliada con una fina capa de gasa para protegerla del contacto con la ropa y permita que la piel respire. Si está en casa, deje el área expuesta al aire el mayor tiempo posible, para permitir que las nuevas células sanen el área y se reafirmen como en el resto del cuerpo.
