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En algún momento de su vida, esto ciertamente le ha sucedido: un olor a quemado persistente en el aire, como un recordatorio, casi un insulto, de que una comida venció al cocinero. De alguna manera, el olor a comida quemada tiende a quedarse en casa por mucho más tiempo que el perfectamente preparado. Nadie debería tener que soportar este tipo de "provocación", especialmente con la comida. Afortunadamente, existen varias formas sencillas de encubrir con éxito su fracaso en la cena y deshacerse de cualquier otro olor desagradable a quemado en su hogar.
Varias sugerencias simples
Paso 1
Precalienta el horno a 200 grados. Coloca una bandeja para hornear con papel de aluminio y espolvorea generosamente con canela y azúcar. Agrega una cucharada de mantequilla y déjala reposar en el horno de dos a cuatro horas, o hasta que decidas sacarla. La casa olerá a algo bien cocinado.
Paso 2
Abra todas las ventanas y encienda el ventilador. Intente forzar el aire fresco a través de la casa para eliminar cualquier olor a quemado.
Paso 3
Corta un limón en trozos y colócalo en una olla con agua hirviendo al fuego. Cocine a fuego lento durante diez a 15 minutos para enfriar el aire.
Paso 4
Corta una cebolla y colócala en un recipiente con agua. Déjelo en el medio de la habitación por la noche para absorber los olores del aire.
Paso 5
Hierva un puñado de clavo en una olla con agua para ayudar a cambiar el olor persistente en el aire.
