Contenido
Las manzanas que se dejan a su suerte producen una cera que sirve como un recubrimiento natural que ayuda a mantener la fruta fresca y húmeda. Las manzanas orgánicas mantienen la cera natural, pero aquellas que no se pierden en el proceso de lavado y cepillado, provocando que los productores rocíen la fruta recolectada con una cera certificada como "segura para comer". Pero si no quiere comerlo, use un cepillo de verduras.
Paso 1
Lave cada manzana en agua tibia para eliminar la suciedad o cualquier otro residuo. Use sus manos para ayudar a frotar, si es necesario.
Paso 2
Llena el fregadero o el recipiente con agua tibia.
Paso 3
Agrega una cucharada de jugo de limón y otra de bicarbonato de sodio al agua. Revuelva o agite el agua con cuidado para mezclar los ingredientes.
Paso 4
Sumerja las manzanas y cepille en la mezcla, use el cepillo para frotar suavemente las frutas. Esto eliminará la cera, tanto natural como aplicada artificialmente.
Paso 5
Lave cada manzana bajo el grifo o en otro recipiente con agua limpia. Esto eliminará los restos de cera que puedan haber quedado en la fruta.