Un callo es una capa de piel gruesa y endurecida que se ha desarrollado como un medio de protección contra el uso repetido. Usar herramientas manuales, tocar algunos instrumentos o usar un bolígrafo o un lápiz repetidamente son ejemplos de cómo se forma un callo. Aunque los callos protegen, también pueden ser desagradables e irritantes. Eliminar o suavizar un callo puede ser una tarea para casa. Sin embargo, si repite la actividad que provocó los callos, es posible que vuelvan a aparecer.
Vierta el agua caliente en un tazón pequeño. Agrega 1/2 taza de sales de Epsom.
Sumerja su dedo con callo en salsa de sal de Epsom durante 15 minutos. Retirar del agua y secar ligeramente.
Aplique vaselina sobre la piel alrededor del callo, pero no sobre el callo. Con la piedra pómez, frote hacia adelante y hacia atrás sobre el callo durante 2 a 3 minutos. Limpia el callo a fondo.
Aplique vaselina sobre el callo. Cúbralo con una venda adhesiva. Deje el apósito durante al menos una hora, pero preferiblemente hasta 4 horas.
Realice este tratamiento dos veces al día, por la mañana y por la noche. Después del tratamiento por la noche, deje que la vaselina y el vendaje adhesivo permanezcan durante la noche.
Continúe este tratamiento hasta que el callo se ablande. Si regresa en el futuro, comience a reintroducir el tratamiento.