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A la hora de comprar una silla nueva, una de tus principales prioridades es evitar las manchas, sobre todo si es de piel. Sin embargo, su silla de cuero puede absorber olores desagradables, como los que resultan de la transpiración. Si la pieza es de segunda mano, la probabilidad de que el material haya absorbido olores del anterior propietario es aún mayor.
Paso 1
Revise las diferentes partes de la silla para determinar qué áreas apestan. Ponga un poco de bicarbonato de sodio alrededor de todas las áreas afectadas; use un poco más donde el olor es peor. Deja que el polvo actúe durante la noche.
Paso 2
Aspire el bicarbonato de sodio de la silla y verifique si el olor persiste.
Paso 3
Rocíe una mezcla de una parte de vinagre y una parte de agua. Enjuague la solución inmediatamente después de la aplicación para evitar dañar el cuero.
Paso 4
Rocíe agua sobre el cuero para enjuagar la solución inmediatamente.
Paso 5
Repita los pasos anteriores si persiste el olor.
