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La mayoría de las personas desconocen que su perro puede tener niveles altos de colesterol, pero es posible, y en ocasiones esto está relacionado con otras causas subyacentes, como la diabetes, el síndrome de Cushing y el hipotiroidismo. Si no existe una enfermedad relacionada, es posible que sea hereditaria o que el perro esté comiendo demasiada grasa. Lo primero que debe hacer es que su veterinario averigüe si existe una enfermedad subyacente que deba tratarse. El colesterol alto debe tratarse por separado.
Paso 1
Lleve a su perro al veterinario si nota alguno de los siguientes síntomas: dolor abdominal notorio, ataques epilépticos, vómitos continuos y diarrea. Se le realizará un examen detallado a su perro para determinar si existe alguna otra enfermedad y, en su caso, se tratará con los medicamentos necesarios. Si no hay otra enfermedad, el tratamiento consistirá en reducir los niveles de colesterol en sangre.
Paso 2
Compre un alimento para perros que tenga un 10% de grasa o menos. También puedes comprar cápsulas de aceite de pescado, porque junto con este aceite, la dieta será la única forma de tratar a tu perro. Los veterinarios solo tratarán a los perros con ciertas estatinas como última opción, ya que los efectos secundarios son vómitos constantes y heces blandas; solo se pueden usar determinadas estatinas en perros, como niacina y genfibrozil. La mejor opción para reducir los niveles de colesterol es la dieta.
Paso 3
Comprenda que su perro tendrá que seguir una dieta restringida en grasas por el resto de su vida para tratar de controlar sus niveles de colesterol. Una dieta a base de pescado es buena para él y, a menudo, contiene aceites de pescado adicionales; además, naturalmente tiene menos contenido graso.