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Los jarrones de cerámica se pueden pintar y decorar con multitud de colores y texturas, lo que los convierte en preciosos elementos decorativos para el hogar. Desafortunadamente, son propensos a agrietarse, pelarse y agrietarse, como casi todas las piezas de cerámica. Si tienes un jarrón del que no quieres deshacerte, pero has tenido mejores días, no te preocupes, todavía hay esperanza. Restaurarlo y luego repintarlo no es tan difícil si tiene las herramientas adecuadas. El proceso toma solo unas pocas horas (sin incluir el tiempo de secado) y es un proyecto agradable para hacer un fin de semana.
Paso 1
Con un paño húmedo y tibio (no caliente), limpie con cuidado cualquier residuo o suciedad de la olla de cerámica dañada.
Paso 2
Pega las partes que se hayan roto o caído y déjalas secar.
Paso 3
Rellena las grietas más grandes con la masa. Alise con cuidado la masa para que la superficie quede lisa y alineada con el resto del jarrón. Pase el dedo por el jarrón y vea si no siente una elevación donde se colocó la masa. Deje secar correctamente de acuerdo con las instrucciones del paquete.
Paso 4
Pinta una capa en todo el jarrón o solo en las partes que consideres necesarias. Déjelo secar y aplique otra capa, si es necesario. Permita un tiempo de secado adecuado entre capas.
Paso 5
Si lo desea, aplique una capa de barniz. El barniz sellará la pintura, ayudando a mantener el color durante mucho tiempo. Protegerá de las condiciones climáticas, como las causadas por la exposición al sol o al viento. Siga las instrucciones del empaque del producto y déjelo secar completamente antes de tocar el objeto.