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Preparar un quiche puede ser un proceso creativo, ya que existen pocas reglas sobre lo que puede y no puede incluir en la receta.El relleno debe contener huevos, crema agria, queso y verduras dentro de algún tipo de cáscara, pero el resto depende de ti. Puede incluir espinacas, cebollas, espárragos, champiñones u otras verduras de su elección. Si te gusta el jamón, el tocino, la panceta u otro tipo de carne, no dudes en incluirlo también en la receta. Saber cuándo está listo para sacar del horno es una de las claves para hacer un buen quiche, ni demasiado seco ni demasiado blando.
Paso 1
Abra la puerta del horno y, con un guante de cocina, sujete el extremo del molde sobre el que está el quiche. Agítelo rápidamente, pero no bruscamente, ya sea girándolo hacia un lado y luego hacia el otro, o balanceándolo hacia adelante y hacia atrás. Observe el centro del quiche mientras hace esto. Sin embargo, si permanece inmóvil y parece bastante firme, el quiche está listo y puedes sacarlo del horno.
Paso 2
Inserta un cuchillo o un palillo de dientes en el centro del quiche, revolviendo hasta que llegue a la cáscara crujiente. Retire el cuchillo o palillo tirando de él de una vez y examínelo para ver si hay trozos de quiche adheridos. Si el utensilio está cubierto de masa, líquida o sólida, la quiche aún no está horneada y debes dejarla en el horno por más tiempo. Sin embargo, si el cuchillo o el palillo están limpios, el quiche está listo.
Paso 3
Inserta un termómetro de cocina en el centro de la quiche y verifica la temperatura indicada. Un quiche terminado debe estar al menos a 73 ° C, pero a menos de 85 ° C. Si su quiche está dentro de este rango de temperatura, está listo y ahora puede sacarlo del horno. Si está por debajo de los 73 ° C, continúe horneando hasta que alcance esa temperatura.