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Si padece depresión, ansiedad, trastorno bipolar u otro problema mental, un buen psiquiatra puede ayudarlo a recuperarse. Los psiquiatras son médicos que diagnostican, tratan y previenen las enfermedades mentales, según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Para tener éxito, los psiquiatras deben tener ciertas características.
Tener empatía
Los psiquiatras deben demostrar empatía con sus pacientes. Deben estar dispuestos a mirar a los pacientes a los ojos y tener cuidado de no estereotiparlos. Estos profesionales necesitan poder relacionarse con los problemas que enfrentan sus pacientes, incluso si nunca han tenido experiencias similares. Comprender la experiencia de alguien ayuda al médico a comprender las necesidades de esa persona y a encontrar las soluciones adecuadas.
Saber tratar a las personas
Los psiquiatras trabajan con diferentes tipos de personalidades; deben saber cómo tratar con la gente. Algunos pacientes pueden ofender al psiquiatra, pero el psiquiatra debe hacer todo lo posible por no enojarse. Incluso si a un psiquiatra no le agrada uno de sus pacientes, debe seguir siendo un profesional y tratar a todos por igual.
Ser dedicado
Los psiquiatras deben estudiar mucho antes de comenzar a trabajar en el campo. Después de recibir un diploma de la escuela de medicina, se requiere una especialización. Durante seis años de la escuela de medicina, un aspirante a psiquiatra debe someterse a la misma formación rigurosa que reciben los aspirantes a médicos. Es necesario estudiar anatomía, bioquímica, fisiología, psicología, ética médica y farmacología. También es necesario hacer la residencia, donde aprendes lo que realmente es trabajar como psiquiatra.
Ser confiable
Dado que los pacientes revelan una gran cantidad de información personal a sus psiquiatras, se necesita confianza entre los dos. Después de una sesión, los pacientes deben estar seguros de que su psiquiatra no revelará su información personal a otra persona. Cuando los psiquiatras prestan juramento, prometen nunca divulgar información personal, ni siquiera a miembros de la familia. Sin embargo, si un paciente amenaza con hacerse daño a sí mismo oa otra persona, los profesionales están obligados por ley a violar su confidencialidad.