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La bala de un arma debe ser lo suficientemente densa para moverse contra la resistencia del aire y la gravedad. Internamente, debe soportar la presión de disparo y las altas temperaturas. Una bala realmente estable debe ser más maleable que el cañón del arma para no dañarlo. Además, debe cumplir su propósito real, ya sea perforar, expandir, romper, interceptar o una combinación de ellos.
Plomo
El plomo puro es firme y no cambia, lo que lo convierte en un excelente material para balas. El plomo fundido puede tener un núcleo asimétrico y espacios herméticos, sin embargo, estas irregularidades se pueden reparar con un modelado o forjado adecuado. El plomo tiene una densidad que permite enviar energía cinética al punto proyectado. Sin embargo, debido a su propensión a dañar el medio ambiente, los fabricantes de municiones a menudo reemplazan este metal con alternativas más seguras.
Tungsteno
El tungsteno se considera una opción conveniente para el material de las balas, ya que no daña el medio ambiente. Sin embargo, las balas de tungsteno son más grandes y no se pueden usar con tipos de armas más pequeñas. En cuanto a prestaciones, se corresponden con las del plomo mezclado con nailon o estaño, dotándolo de suficiente masa. Los peines de rifle de caza contienen munición de tungsteno.
Excelente
Desde junio de 2011, el osmio tiene la mejor densidad de todos los metales utilizados para fabricar una bala. Además de utilizarse en munición, también se utiliza en gramófonos, agujas de brújula, puntas de plumas estilográficas y piezas de relojes. Tiene su propia rigidez y resistencia a la oxidación. Es el metal perfecto para balas perforantes, con una fuerza de propulsión increíble; el doble del plomo y el triple del acero. Las balas de osmio tienen menos resistencia al aire, menos flexibilidad y son más duras que cualquier otra bala.
Uranio
Producir balas de uranio es más difícil que las de plomo, ya que se oxida y se chamusca fácilmente. Con técnicas apropiadas de privación de oxígeno, el núcleo de la munición de uranio se puede moldear fácilmente. Una vez recubiertas, estas balas se vuelven seguras de usar y tienen una densidad más alta que el plomo. Tienen un mayor poder explosivo cuando se mezclan con titanio, lo que también les confiere mayor rigidez y capacidad de penetración, y son muy utilizados por las fuerzas militares para perforar armaduras.